lunes, 15 de julio de 2013

Celeste Seoane, directora de árabe en la EOI de A Coruña: "No todos los árabes andan con la metralleta y contra el mundo"

(Fe de erratas: En esta entrevista que ayer se publicó en La Voz de Galicia, se coló un error que me gustaría aclarar. Celeste Seoane no dijo que "en Indonesia esté la comunidad árabe más grande del mundo", sino que "Indonesia es el país con mayor número de musulmanes del mundo". Aclarado el tema, te pido mil disculpas, Celeste! Me encantó charlar contigo y espero que volvamos a coincidir pronto. Un abrazo)


Entrevista con la directora del departamento de Árabe de la Escuela Oficial de Idiomas de A Coruña
Periodista, arabista y traductora, Celeste Seoane Míguez vivió cinco años en El Cairo tras terminar la carrera de Filología Árabe en Madrid. Fue precursora de programas como Españoles en el Mundo y ahora dirige el departamento de Árabe de la Escola Oficial de Idiomas de A Coruña, el único existente en todo el noroeste español.

_¿Por qué es ahora el chino el idioma de moda y no el árabe? 
_Hoy en día abundan las noticias del mundo árabe negativas. Eso crea estereotipos que generan miedo hacia esta cultura. 

_En las películas y series que llegan de los Estados Unidos, el que habla en árabe es el malo de la película o un terrorista. Y suele salir muy enfadado siempre. 
_Antes eran los rusos y ahora son los árabes. Lo del estereotipo del “árabe malo” nos lo colocan hasta en los dibujos animados, como Aladino. Es una manera de hacer propaganda y justificar después determinadas acciones políticas. 

_¿Cree que todos tenemos una visión demasiado “estereotipada” del mundo árabe? 
_Es que ni lo que sale en las noticias ni la inmigración marroquí son representativos. No todos los árabes andan con la metralleta y contra el mundo, porque eso lo tenemos en todas las culturas, desgraciadamente. Por ejemplo, ¿alguien conoce algo de la música que se hace allí en la actualidad? 

_La desconocemos casi por completo. Aquí llega poca cosa.
_Lo máximo que llega es Cheb Khaled. Y ni siquiera pronunciamos bien su nombre, porque tenemos esa “Kh” ahí, que siempre la decimos mal. Debería ser como una “jota”. 

_Al menos ahora hay programas televisivos que siempre sacan a un gallego que ha triunfado en un país árabe y vive rodeado de rascacielos. 
_Yo fui la primera en hacer reportajes sobre gallegos en el extranjero con ese tipo de formato. Empecé con una sección que era como el actual “Españoles en el mundo”, en una versión reducida, dentro del programa Encontros de la TVG. Fue una idea mía que no registré y ahora me arrepiento. También trabajé desde El Cairo como corresponsal en Oriente Medio para varios medios de comunicación. 


_¿Qué análisis hace de lo ocurrido en Egipto?
_El pueblo egipcio es hoy un pueblo movilizado en una revolución inmersa en un proceso histórico de larga duración y, como todos los procesos revolucionarios, está lleno de contradicciones. No obstante, hay que darle tiempo, puesto que el movimiento revolucionario todavía no cuenta con suficiente organización, ni suficiente programa, ni suficiente apoyo. 

_¿Qué puede pasar ahora?
_Una lucha abierta anti-islamista por parte de este movimiento revolucionario podría derivar en una guerra civil y legitimaría aún más la “resistencia islámica”. Corresponde a las fuerzas revolucionarias de hoy el unificar sus filas y presentarse como una alternativa revolucionaria convincente para las masas para asegurar su victoria. Esta conciencia colectiva debería mostrar sus exigencias políticas y prácticas sin mucha tardanza, para pasar de una segunda revolución política a la construcción de una revolución social.

_Lástima no haber podido cubrir, como periodista, las "primaveras árabes", ¿no?
_Las viví desde aquí. Mis amigos estaban en la manifestación de la plaza Tahrir, en El Cairo. Yo les hacía de vínculo cuando les cortaron las comunicaciones.

_En los noventa pudo conocer a todos los líderes de la época.
_Sí, Bill Clinton, Yaser Arafat... Como corresponsal estuve en Libia, con Gadafi, que le ponía un espía a cada periodista. Menos mal que logré escabullime del que me puso a mí. Salí por la puerta de atrás del hotel con otra periodista y hablamos con el embajador que, después de eso, perdió su trabajo.

_¿Diría que un idioma como el árabe te garantiza un puesto de trabajo? Algo así se dice del chino al día de hoy. Inditex, por ejemplo, no cesa de expandir su negocio en Asia. 
_En la actualidad hay 26 países en los que el árabe es el idioma oficial o cooficial. Son 280 millones de hablantes. Aprender este idioma es una gran inversión. Te puedes comunicar desde el Golfo pérsico hasta el Océano Atlántico. Es uno de los nueve idiomas más hablados del mundo. 

_¿En cuánto tiempo se puede aprender? Porque yo ya me estoy animando. 
_¡Nunca se aprende! Ni los propios árabes. ¡Pero si yo vivo en el barrio coruñés de Monte Alto y el otro día me enteré de lo que significaba la palabra “puril” (risas). Era koruño puro, claro. Lo bueno que tiene el árabe, respecto a otros idiomas, es que al final del primer curso ya sabes leer y escribir. Y mantener una conversación básica. 

_Pero no en todos los países que nos imaginamos, se habla árabe
_No, claro. Hay que deshacer tópicos. Hay países islámicos que no hablan árabe, como por ejemplo Turquía, Irán o Afganistán. Y aquí metemos todo en el mismo saco. Es como si nosotros fuéramos iguales a los suecos. Donde sí se habla es en todo el norte de África, Marruecos, Siria, Líbano, Jordania, Palestina, países del golfo, Egipto, etc.. La diferencia entre lo que es islámico, islamista o musulmán es el primer tópico que desarmamos en el primer curso. 

_Es como lo de confundir el Kung Fu de China con el karate japonés y el taekondo coreano. Son culturas diferentes, pero que las mezclamos constantemente. 
_Claro, nada que ver. El 80 % de los musulmanes no hablan árabe. Se asimila árabe con Islam y hay árabes cristianos, coptos, maronitas, etc... Indonesia, por ejemplo, es el país con más musulmanes.

_En Arteixo hay una comunidad árabe muy importante. 
_Sí, algunos de sus hijos vienen a estudiar árabe aquí para no perder sus raíces. Pero no pueden entrar hasta los catorce años en la Escuela de Idiomas. El gobierno marroquí paga a un profesor que les va a dar clase a Arteixo a los niños en los colegios. A nosotros nos vienen profesores desesperados para comunicarse con sus alumnos marroquíes, o enfermeras, médicos y gente del ámbito de la justicia. 

_¿Entre sus alumnos no está el perfil del que quiere hacer negocios con los países árabes? Mire que hay mucho petrodólar por explotar. 
_Pues empieza a haber alumnos con ese perfil, sí. Gente que busca trabajo allí. Es cierto que, con las primaveras árabes, ahora está todo bastante revuelto pero sí que hay oportunidades de trabajo en los Emiratos Árabes y en Catar. 

_¡Hasta para Urdangarín hubo una oportunidad en ese país! Aunque luego se le frustró. 
_Sí, esos son dos de los países más atractivos ahora. Incluso para Urdangarín. Aquí estuvo de moda el alemán, se pensaba que la gente iba a aprender alemán en dos días, se matricularon, hubo lista de espera y ahora están empezando a descubrir esta otra opción. Tenemos alumnos que se han marchado y les ha ido bien.