Teresa Nine, fotografiada por Marcos Míguez para La Voz |
—Lástima que a las mujeres deportistas les cuesta el doble abrirse paso.
—La discriminación es brutal. Y eso que se montan comisiones como La mujer y el tenis de mesa, pero luego solo sirven para conseguir subvenciones. Ese dinero no se destina a potenciar a las chicas.
—Debería dedicarse a eso y a erradicar clichés, ¿no?
—Claro. Cuando empecé a competir, todas las chicas jugaban con pantalón corto. Así que yo, y luego otras jugadoras, decidimos pasarnos a la falda por comodidad y fue ahí cuando las gradas empezaron a llenarse de público. Es muy triste pero, antes de jugar con falda, no había nadie viendo nuestros partidos.
—Triste y un poco vergonzoso.
—Sí. Empezamos a tener público cuando nos pusimos la falda. Hasta ese momento, solo se habían quedado a vernos nuestros padres y poco más.
—¿Diría que el tenis de mesa es un deporte, además de minoritario en la actualidad, bastante minusvalorado?
—Es uno de los deportes con mayor número de licencias federadas que hay en Galicia. Eso sí, no te da para vivir. Sobre todo si eres chica.
—Póngamelo en cifras. ¿Cuánto menos cobran ellas?
—Una jugadora profesional puede ganar unos 600 euros al mes. Y, si es un chico de la misma categoría, el doble.
—Me temo que eso, hoy por hoy, pasa en todos los deportes.
—Se valora más el peinado de Sergio Ramos que las medallas olímpicas de Mireia Belmonte.
—Se habló más del gesto de Di María, que de que Jennifer Pareja ha sido elegida la mejor jugadora del mundo de waterpolo en el 2013.
—No puede ser. Si miras el palmarés, el 80 % de los medallistas olímpicos son mujeres. Pero el deporte femenino no se promociona ni se valora en absoluto. En tenis de mesa, tenemos a jugadoras que están ganando medallas a nivel europeo. Yo entreno a dos niñas en el Arteal [el equipo en el que trabaja], Judith Cobas y Belén Calvo, de 13 años, que están pisando muy fuerte y van de primeras en la liga a nivel nacional.
—Menos mal que hemos empezado la semana con las jugadoras de la selección gallega de rugbi en la primera de La Voz, por su bronce en el campeonato de autonomías.
—Poco a poco, pero es una reivindicación a gritos. El tenis de mesa femenino solo sale en la tele cuando sacan a los chicos.
—De rebote, vamos.
—A mí eso me duele en el alma.
(Sigue...)