lunes, 29 de julio de 2013

Marta Brañas, campeona de España de boxeo olímpico: "Aún no me han roto la nariz"

La "potrilla de Arteixo" sueña con llegar a las Olimpiadas de Río de Janeiro 2016


Entrevista con Marta Brañas, boxeadora: "Aún no me han roto la nariz"
Fotografía de Paco Rodríguez

Marta Brañas Rumbo (Arteixo, 1985) pende de un kilo para mantenerse en la categoría de peso mosca con la que el mes pasado se proclamó campeona de España de boxeo olímpico. La cuestión no es baladí. Sueña con ser olímpica en Río de Janeiro 2016 y solo podrá hacerlo si compite con 51, 60 o 75 kilogramos de peso. “Yo estaba en 54; me bajé a 51 porque hay muchos torneos que solo te piden pesos olímpicos y ahora me cuesta dar 51. Parece una tontería pero ese kilo... En cambio, 52, lo llevo bien”. 

_Antes de nada, ¿potrilla por qué? 
_Me pusieron ese apodo porque yo antes trabajaba con caballos en Casas Novas y tuve una potrilla con la que incluso llegué a concursar. No me molesta que me llamen así. Me gusta. 

_¿Hablar de pesos “pluma” o pesos “mosca” entre tipos tan forzudos no es algo contradictorio? 
_Es que esas son las categorías más ligeras. También hay peso pesado, superpesado, superwelter... 

_Convénzame de que el boxeo no es un deporte violento. 
_Existe la idea de que es un deporte muy agresivo y, en cambio, hay mucha deportividad. Vale, sí, se trata de dar golpes pero, al acabar cada combate, siempre te abrazas al contrario. El boxeo no tiene la mala leche de otros deportes. 

_¿Qué hay más que puñetazos? 
_Cada paso que doy tiene una técnica, hay unas normas. La gente se piensa que el boxeo es pegar y pegar y pegar, pero es mucho más que eso.

_¿Y qué me dice del riesgo de que un combate acabe en K.O.? 

miércoles, 24 de julio de 2013

Magdalena Verea Hernando, dermatóloga del Hospital de A Coruña (Chuac): “Llevar a un bebé a la playa es maltrato”


Entrevista con Magdalena Verea, dermatóloga del Hospital de A Coruña: "Llevar a un bebé a la playa es maltrato"
Foto de Paco Rodríguez

Las pocas veces que la dermatóloga Magdalena Verea Hernando (Noia, 1953) acude a la playa en verano utiliza, para su piel, un factor de protección 50. Aún así, acaba poniéndose morena. "Para que luego digan que con un fotoprotector alto, no te bronceas", recalca.

_¿Usted se broncea en verano? 
_Yo voy poco a la playa porque tengo muy mala experiencia de pequeña. Entonces, no había protectores solares a la venta en España y, como me quemé varias veces, no me gusta mucho ir a la playa. Ahora cuando voy, utilizo protectores muy altos, de 50. Pero a pesar de protegerme tanto y de ir tan poco, cojo un color. Osea que la gente que dice que con el fotoprotector alto no te bronceas, no tiene razón. Sí se coge color y dura más tiempo. Además, las personas de tez muy blanca deberían utilizar una protección oral a base de antoxidantes. Eso puede ayudarles un poco. 

_¿Le da credibilidad al informe de la OCU que detectó factores de protección menores al que aparecía en la etiqueta? 
_Son cuatro cremas, de los laboratorios de cosmética no tengo idea, pero con uno que figura en el estudio, que es de farmacia y parafarmacia, me puse en contacto con ellos. Me remitieron una información de que el factor 30 a ellos les sale un poco más alto, en 33, Me mandan todo el estudio hecho y yo tengo que decir que su información es fiable. 

_¿Entonces qué ha podido pasar para que esta organización de consumidores arremetiera contra estos productos? 
_Puede ser que los análisis que efectuó la OCU no se hubieran hecho con toda la cantidad de crema adecuada. Normalmente, para realizar estas pruebas, hay que hacerlo en diez personas y utilizar una cantidad de seis cucharaditas del protector solar desde unos treinta minutos antes en la espalda de cada individuo. Después, se irradia la zona y luego hay que esperar 24 horas para ver los resultados. Quizá no hayan puesto la cantidad de crema adecuada, no lo sé. 

_¿Cree que el informe de la OCU es poco riguroso? 
_Es que a mí me parecía muy raro que un laboratorio de tanto peso como este, que no quiero decir su nombre para no hacerles publicidad, hiciera trampa con un protector. Esta marca tiene productos muy fiables. 

_¿Podríamos hacer extensiva esta fiabilidad a todas las cremas solares que se venden en las farmacias? 


lunes, 15 de julio de 2013

Celeste Seoane, directora de árabe en la EOI de A Coruña: "No todos los árabes andan con la metralleta y contra el mundo"

(Fe de erratas: En esta entrevista que ayer se publicó en La Voz de Galicia, se coló un error que me gustaría aclarar. Celeste Seoane no dijo que "en Indonesia esté la comunidad árabe más grande del mundo", sino que "Indonesia es el país con mayor número de musulmanes del mundo". Aclarado el tema, te pido mil disculpas, Celeste! Me encantó charlar contigo y espero que volvamos a coincidir pronto. Un abrazo)


Entrevista con la directora del departamento de Árabe de la Escuela Oficial de Idiomas de A Coruña
Periodista, arabista y traductora, Celeste Seoane Míguez vivió cinco años en El Cairo tras terminar la carrera de Filología Árabe en Madrid. Fue precursora de programas como Españoles en el Mundo y ahora dirige el departamento de Árabe de la Escola Oficial de Idiomas de A Coruña, el único existente en todo el noroeste español.

_¿Por qué es ahora el chino el idioma de moda y no el árabe? 
_Hoy en día abundan las noticias del mundo árabe negativas. Eso crea estereotipos que generan miedo hacia esta cultura. 

_En las películas y series que llegan de los Estados Unidos, el que habla en árabe es el malo de la película o un terrorista. Y suele salir muy enfadado siempre. 
_Antes eran los rusos y ahora son los árabes. Lo del estereotipo del “árabe malo” nos lo colocan hasta en los dibujos animados, como Aladino. Es una manera de hacer propaganda y justificar después determinadas acciones políticas. 

_¿Cree que todos tenemos una visión demasiado “estereotipada” del mundo árabe? 
_Es que ni lo que sale en las noticias ni la inmigración marroquí son representativos. No todos los árabes andan con la metralleta y contra el mundo, porque eso lo tenemos en todas las culturas, desgraciadamente. Por ejemplo, ¿alguien conoce algo de la música que se hace allí en la actualidad? 

_La desconocemos casi por completo. Aquí llega poca cosa.
_Lo máximo que llega es Cheb Khaled. Y ni siquiera pronunciamos bien su nombre, porque tenemos esa “Kh” ahí, que siempre la decimos mal. Debería ser como una “jota”. 

_Al menos ahora hay programas televisivos que siempre sacan a un gallego que ha triunfado en un país árabe y vive rodeado de rascacielos. 
_Yo fui la primera en hacer reportajes sobre gallegos en el extranjero con ese tipo de formato. Empecé con una sección que era como el actual “Españoles en el mundo”, en una versión reducida, dentro del programa Encontros de la TVG. Fue una idea mía que no registré y ahora me arrepiento. También trabajé desde El Cairo como corresponsal en Oriente Medio para varios medios de comunicación. 

lunes, 8 de julio de 2013

Aída Rado Varela, camionera: "Yo para ser feliz no quiero un camión. Lo que quiero es salud"

Entrevista a Aída Rado, camionera, motera y música
Aída Rado Varela. Foto de César Quián


Aída Rado Varela (Santander, 1968) no quiere un camión para ser feliz. Pero lo tiene. A diario conduce un trailer con grasas o aceites de palma para piensos. Esta santanderina es, en realidad, profesora de música. Cuando llegó a A Coruña, en los años noventa, montó una panadería y luego empezó en la ruta. Al frente de su camión cisterna, se siente bien. ”Nadie quería venir a trabajar a la empresa de mi jefe, porque es de mucha porquería. Llevas grasas, llevas sangre, hueles mal... Pero, ahora, hay lista de espera”. 

_Así que no quiere un camión para ser feliz, como cantaban Loquillo y los trogloditas. 
_Yo para ser feliz no quiero un camión. Lo que quiero es salud. Pero soy enormemente feliz con lo que hago. Y suerte que tengo trabajo. 

_ Aunque lo suyo, en realidad, es la música. 
_Sí, soy profesora de música, tengo la carrera de guitarra y también toco el violonchelo. Acabé cogiendo el camión por circunstancias de la vida. Mi madre tenía una academia de música en Santander, pero quiso volver a su tierra y yo me vine con ella. 

_En la foto que acompaña esta entrevista, echo de menos su guitarra. 
_Es que además de camionera, soy motera, pero lo mío es la música. De joven tocaba en romerías y verbenas y he estado en grupos y en orquestas de pulso y púa en Santander. A lo mejor, con como son los críos ahora, estoy más tranquila con el camión que siendo profesora otra vez. 

_Seguro que sí. Aunque le tiene que gustar conducir. 
_A mí conducir siempre me gustó. No es que sea el trabajo de siglo, pero estoy contenta.

_¿Qué se ve desde la cabina de un camión que los conductores de un coche no ven? 
_¿Os habéis dado cuenta, alguna vez, de que a las mujeres se les ve todo cuando llevan falda? (Risas) Yo no veo nada más que la carretera, pero algunos de mis compañeros se ponen en las botas. La cabina de un camión está muy alta. 

_Ayúdeme a desmontar los tópicos que rodean el mundo del camión. En el número uno está el de la foto de una mujer semidesnuda en el interior. 
_Esas fotos ya no se suelen llevar. O yo no las veo. Pero sí le puedo decir que en todas las fábricas a las que voy siempre está la foto de la chica desnuda. Y yo les digo: “¿Cuándo me vais a poner aquí un calendario de bomberos?”.