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miércoles, 19 de marzo de 2014

Nuria Prieto, arquitecta: «Si la naturaleza fuese cómoda, no se habría inventado la arquitectura»

Foto de Paco Rodríguez
¿En qué estará pensando Nuria Prieto (Ponferrada, 1985) mientras posa para el fotógrafo? Pues a lo mejor en que leerá su tesis doctoral dentro de doce días, en su trabajo en el estudio de Carlos Quintáns o en las colaboraciones diarias que realiza para el blog especializado en arquitectura, Tectónica. 

—Para ser tan joven, tiene ya un largo recorrido hecho. 
—Sí, soy una de las arquitectas más jóvenes de España en obtener el título de doctora, y de la Escuela de Arquitectura de A Coruña, también. Fui la segunda de mi promoción. 

—¿Cuántos años le llevó la carrera? ¿Piensa que es posible comprimirla en cuatro años como estipulan los planes europeos? 
—A mí me llevó seis años (cinco más el proyecto), pero con el máster y la tesis, han sido diez, en total. Me parece difícil comprimirla más. 

—La temática de su tesis viene muy a cuento con la coyuntura económica actual. 
—Sí, porque la hice sobre la arquitectura de Jose Miguel de Prada Poole, bajo la dirección de Vicente Sarrablo. Tiene que ver con modelos de arquitectura sostenible y construcciones adaptables de bajo coste, dos conceptos muy factibles ahora que la inversión económica en el sector ya no es tan fuerte.  

—¿Es la primera tesis que se hace sobre Prada Poole?
—Es la primera sobre toda la obra de Prada Poole. Es un personaje singular, pero que ha pasado inadvertido por sus encontronazos con los más academicistas. La arquitectura que él hacía no estaba bien vista: hinchables, ciudades flotantes... 

—Perdón, ¿ciudades flotantes? 
—Sí. Prada Poole defiende que vivir en el agua sería mejor, porque ahí la temperatura oscila menos y el agua climatiza. 

—Pues aquí, últimamente, el agua, más que climatizar, lo que ha hecho es destrozarlo todo a su paso. 
—Es que a la naturaleza no se le puede poner barreras. Oscar Wilde decía algo así como que «si la naturaleza hubiese sido cómoda, el ser humano nunca habría inventado la arquitectura». 

—Ya pero entonces, ¿para qué necesitamos la dichosa sostenibilidad? Ahora no hay venta de piso que se precie sin la ecología como bandera
—Sostenibilidad es volver a la casa del pueblo, cuya madera no está bien ajustada a la piedra y por eso ventila sola. Es como las jaimas, que no dejan entrar al viento, pero sí que el fuego las caliente. Yo reivindico una sostenibilidad sensata, la construcción sin arquitectura, la arquitectura sin arquitecto. 

—Menuda forma de tirar piedras contra su propio tejado. 
—[Risas] Bueno, alguien tiene que firmar las casas, ¿no?

—¿Es reprochable que haya arquitectos que siempre hacen lo mismo sea donde sea? 
—Eso es porque han descubierto una fórmula que les funciona. Es como si hubieran pasado a ser una marca comercial. Afortunadamente, no le pasa a todos. 

—¿Cuál es su edificación favorita en A Coruña? 
—Para mí la Domus, aunque suene a tópico, es de las más interesantes. Pero me quedo con las viviendas de Corrales y Molezún, en el Barrio de las Flores. 

—Dígame una ciudad para vivir que no sea A Coruña. 
—Barcelona, Granada, Londres... 

—¿Y en Galicia? 
—Cambados es precioso. Y me hace gracia Fisterra.