miércoles, 28 de agosto de 2013

Margarita Spiegelberg, abogada: «No me gusta nada llevar las separaciones de mis amigos»

Es más coruñesa que un mural de Lugrís en un bar. Y tan coruñesista como su marido, Carlos Marcos, líder de Unión Coruñesa. Charla de verano con la abogada Margarita Spiegelberg Matos (A Coruña, 1960). Y no «La Coruña, 1960», a su pesar. 


Coruñesismo, matrimonialista, tasas
Civilista y penalista, Spiegelberg está especializada en Derecho de Familia. Foto de César Quián


—Margarita, ¿en qué piensa cuando deshoja su nombre? 
—En estar algún día a la altura de mi padre, que fue mi maestro. Él también era abogado y yo siempre quise seguir sus pasos. 

—¿Sabe cuántos Spiegelberg hay en la guía de teléfonos? 
—Creo que somos unos veinte y todos de la misma familia. El apellido es alemán, viene de mi bisabuelo. Aquí llegamos por mi abuelo, el magistrado, cuando estuvo destinado en la Audiencia Provincial. 

—Pues el actual presidente de la Audiencia de A Coruña también es un Spiegelberg. 
—Sí, claro, Jose Luis Seoane Spiegelberg. Es mi primo. 

—Examen de coruñesismo. ¿Cuántas veces se casó la heroína María Pita? 
—Creo que fueron cuatro, ¿no? 

—Así es. ¿A quién votaría en unas elecciones locales si no se presentase su marido?
—A alguien de su partido. 




—Y cuando Unión Coruñesa no concurría, ¿a quién votaba? 
—A quien hacía bien las cosas por la ciudad. [Especifica que prefiere no dar nombres]. 

—¿Qué queda en María Pita del coruñesismo que reivindica Carlos Marcos?
—Muy poco. Es una pena que el gobierno local no sea más reivindicativo con la Xunta y el Estado, siendo también del PP. Esta ciudad ha dejado de ser el referente que era antes. 

—¿Qué tal le caía Gallardón antes de las tasas? 
—Mejor que ahora. 

—¿Nota que se pleitee menos? 
—Ha habido una reducción por las tasas y por la crisis. Hay matrimonios que siguen juntos porque no se pueden separar. 

—¿A cuántos de sus amigos ha tenido que divorciar? 
—No me gusta nada llevar las separaciones de mis amigos. Solo lo hago si hay mutuo acuerdo.  

—¿A qué edad se separa más la gente?
—En los primeros años de casados. Es muy frecuente, por ejemplo, al cabo de cinco años. 

—¿Usted cree que la infanta Cristina ya está separada en realidad o que no lo hará nunca? 
—Creo que no se va a divorciar por el bien de sus hijos. Supongo que le interesa seguir manteniendo su matrimonio para proteger a su marido o a ella misma. En todo caso, no creo que se separe hasta que termine el procedimiento judicial. 

—¿Hay demasiados abogados en A Coruña? ¿Cuántos despachos tiene cerca del suyo? 
—Yo estoy junto a los juzgados, en la calle Capitán Juan Varela. Por allí debo de tener unos veinte o treinta despachos cerca. Creo que hay trabajo para todos, a pesar de la crisis. 

—¿Qué es lo mejor y lo peor de ser abogado? 
—Me apasiona el contacto con las personas. Saber que, cuando les estás solucionando un problema jurídico, también les estás resolviendo un problema personal. Y lo que menos me gusta de la Justicia es su lentitud. Debería estar mejor organizada. 

—Un cotilleo final: ¿qué tal es Juan Carlos Rodríguez Ibarra en la intimidad? 
—Pues es encantador. Lo conocimos por mi cuñado, cuando era director general de Caja Badajoz. Aún nos llamamos hace poco. Mantenemos el contacto.