martes, 16 de abril de 2013

“Conocer a Salman Rushdie me ha inspirado”

María Bahamonde, poetisa y autora de "Cabalgando por tierras de nadie"

(Entrevista escrita por Loreto Silvoso y publicada en La Voz de Galicia el 14 de abril del 2013)

Esta adolescente de 16 años acaba de publicar su primera obra escrita en prosa poética

María Bahamonde. Foto de Paco Rodríguez
En la vida de María Bahamonde García-Osende (A Coruña, 1997) hay algo que no cuadra. Llega a la cita después del colegio, pide un Cola-Cao al camarero y consulta con dedos de gacela su cuenta de Whatsapp. Hasta ahí, todo normal. Pero luego confiesa su amistad con  el director de orquesta Alberto Zedda o con el escritor Salman Rushdie y uno se queda atónito. La explicación está en sus padres, viajeros incansables y propietarios de un universo cultural de largo alcance. María ya es, a su corta edad, una escritora en ciernes. Primera obra publicada: “Cabalgando por tierras de nadie” (Editorial Pigmalion), escrita en prosa poética a la edad de quince años. Ahí es nada.


_¿Cómo es Salman Rushdie en la intimidad?
_Me lo presentaron mis padres cuando estuvo en A Coruña, en el 2009, con motivo de su participación en un congreso que se celebró en la ciudad. Yo tenía doce años y para mí fue impresionante ese encuentro. Creo que conocer a gente como Salman Rushdie o Alberto Zedda me ha inspirado a la hora de escribir. Zedda, por ejemplo, es una persona encantadora.     



_Su familia acude todos los años al Festival de Ópera de Rossini en Pésaro (Italia).
_Sí, vamos invitados por el director del festival y en aquella casa se desborda la cultura. Este verano cenamos con Pier Luigi Pizzi, el también director de ópera italiano.

_El auditorio de Novacaixa Galicia se quedó pequeño la semana pasada para la presentación de su libro. ¿Hubo muchos nervios en su debut literario?
_¡Sííí...! (Suspira) Yo estaba temblando. Pero fue una experiencia emocionante. Solo me dio rabia la gente que se quedó fuera, porque la sala se llenó.

_Uno de los autores que allí la presentó, Javier Ozores, dijo que usted escribe mejor que la Pardo Bazán cuando tenía su edad. Según él, doña Emilia lo hacía “fatal” a los 13 años, cuando publicó su primera novela, “Aficiones Peligrosas”.
_Todos los que hablaron de mí en la presentación fueron muy generosos conmigo. Hay que tener en cuenta que también son grandes amigos. Pero todavía no me he leído esa novela de Emilia Pardo Bazán. Únicamente “Los pazos de Ulloa”, y me gustó.

_Parece demasiado madura para la edad que tiene. Compénselo diciéndome su grado de enganche al Whatsapp, por favor.
_¡Buf! Estoy totalmente enganchada. Pero como todos los jóvenes de mi edad, supongo. [A la hora de escribir esto compruebo cuándo fue la última vez que se conectó y veo que está en línea: Son las 19:30]. También tengo cuenta de Facebook y Twitter, aunque este último lo tengo cerrado al público porque nunca se sabe quién te puede seguir.

_¿Y usted sigue lo que tuitean escritores como, por ejemplo, Arturo Pérez-Reverte? El autor suele dedicar la tarde de los domingos a interaccionar con los internautas.
_¡Ah! Pues eso no lo sabía pero tomo nota porque me parece muy interesante. Voy a seguirlo.

_¿Cómo se enganchó a la lectura?
_Desde pequeña mi madre me leía los libros de Harry Potter por las noches. Sobre los cinco años me lancé con la colección de Los Cinco, de Enid Blyton. Luego llegaron Mark Twain y los demás. Me encantan las novelas de aventuras. El Lazarillo de Tormes me lo he leído varias veces y nunca deja de sorprenderme.

_Cuando era una niña le gustaba bucear en la biblioteca familiar.
_Sí, en casa tenemos una biblioteca muy extensa. Creo que si mis padres no me hubiesen inculcado el amor por la lectura desde muy pequeña, nunca habría llegado a escribir nada. Por lo menos a esta edad.

_¿Cuáles son sus autores de referencia?
_Me gusta mucho la prosa de Unamuno y la poesía de Machado. De los gallegos, me quedo con Álvaro Cunqueiro.

_¿Cuántos libros lee al mes?
_Unos cinco o seisRecuerdo desde pequeña quedarme la noche entera leyendo y luego llegar al colegio muerta de sueño. La verdad es que escribo y leo en cualquier parte. Hasta en un concierto de música clásica o en el coche. 

_¿Y no se marea?
_No, tengo esa suerte.


_¿Hasta qué punto llega su pasión por la cultura?
_Cuando de niña me portaba bien, mis padres me premiaban, _en vez de con unas chuches por ejemplo_, poniéndome "La flauta mágica“ de Mozart. Luego ya era yo la que se lo pedía insistentemente. Y a mi hermano pequeño le pasaba lo mismo, pero con Wagner. Recuerdo tener cuatro años y quedarme enganchada con esa música. En mi casa era como un premio.