Beatriz Martí, presidenta de Unicef en A Coruña
Beatriz Martí. Foto de Gustavo Rivas |
-Con permiso de Imanol Arias, ¿me explica en qué consiste esta campaña?
-En muchos lugares del mundo los niños no cumplen años, cumplen días. La verdad es que Imanol arrasa cada vez que sale en la tele con alguna de nuestras iniciativas. La última vez que lo entrevistaron en el programa de Pablo Motos, batimos récords de donativos recibidos. Es el que tiene más tirón. También Messi y Gasol.
-Desde Lady Gaga a Shakira, pasando por David Beckham y
Jackie Chan, muchos famosos son embajadores de Unicef. ¿No habrá alguno que
utilice a las oenegés para mejorar su imagen pública?
-Si fuera así, me parecía un oportunismo sin límites. Yo
creo que todos estos personajes nos prestan su imagen con total sinceridad.
-Oiga, que aquí también se está pasando mucha hambre. ¿Cómo
convencería a los coruñeses para que
donen por encima de sus posibilidades?
-En Europa se tiran a la basura la mitad de los alimentos que
se producen. Aquí el problema tiene que ver con la redistribución
de los recursos. Allí no es que se tire la comida, es que no existe.
-Me da la impresión de que tiene más
argumentos.
-No hay por qué contraponer la partida destinada a
cooperación con nuestra pobreza interna. Hay países de la Unión Europea que han
aplicado ajustes en sus economías sin reducir la cooperación internacional. En
cambio, España ha recortado esta ayuda en un 70%.
-Con la que está cayendo aquí, como para echar una mano
fuera.
-Sí, las donaciones han bajado. Algunos socios han bajado un
poco la cuota, pero es normal. Una cosa sí le digo: ninguna crisis justifica la
muerte de un niño por causas evitables.
-¿Cómo me garantiza que la ayuda llega a su destino? Porque
esa es otra.
-Con datos como los que salen en el informe de Unicef Mi
hijo ya no come arena, basado en la ayuda que destinamos a Mauritania. Allí
hemos conseguido reducir la desnutrición crónica a la mitad. Esos niños ya no
tienen que comer arena del desierto.
-¿Atiborrar a un niño de bollería industrial y videojuegos también es maltrato infantil?
-Por supuesto, yo creo que sí. Ahí están los niveles de
obesidad que tenemos en la infancia. Los padres queremos complacer tanto a
nuestros hijos, que nos pasamos de frenada.
-Los americanos dedican un día entero al año a dar las gracias. ¿Nosotros las damos poco?
-Sí, aún con toda la crisis, tenemos que pensar que somos un
país afortunado. Lo que yo veo a través de los ojos de Unicef es mucho peor.
Fíjese en Siria, o en el Congo con los “niños soldado”. En Tailandia, las niñas
se prostituyen desde pequeñitas y en Salvador y Nicaragua, no hay censos, así
que si un niño desaparece no consta. Pero también entiendo a los que están
ahora aquí pasándolo mal. No poder darle a tu hijo aquello que le dabas antes
de la crisis, tiene que ser muy duro.
La campaña de Unicef se centra en que la desnutrición coloca
a los niños en una situación tan precaria, de supervivencia, que cumplir días para ellos ya es un logro. La coruñesa Beatriz Martí afirma que “con un poquito que contribuyamos cada uno, el mundo sería distinto".
-Dice que por muy mal que lo estemos pasando, aquí todavía
podemos cumplir años. ¿Quiénes son los que solo aspiran a celebrar los días que
van cumpliendo?
-Los 19.000 niños que mueren al día en todo el mundo por causas que se pueden evitar.
El 80 % de los casos de desnutrición crónica se registran solo en veinte países. En
Afganistán, Burundi, Etiopía, Timor Leste o Yemen, el 50 % o más de los niños
sufren desnutrición crónica. Es sobrecogedor.
-¿En qué situación se encuentran esos niños?
- La desnutrición ya empieza con las madres en el período de
gestación. Es un mal que no tiene cura pero se puede prevenir y Unicef sabe
cómo hacerlo. Evitarlo cuesta menos que tratarlo cuando ya se ha producido. Hay
una pasta de cacahuete que se les mete en la boca a los niños para intentar
reanimarlos. Con un poco que pongamos cada uno, ayuda muchísimo.
-¿Y cuánto hay que poner?
- El apoyo se puede hacer mandando un donativo a través de
la página web www.cumpledias.com o
enviando un SMS con la palabra UNICEF al 28028. Con cada SMS enviado se puede
tratar a un niño, durante un día, de desnutrición aguda. Y solo cuesta 1,20. El
tratamiento completo dura entre cuatro y seis semanas y son 42 euros. Mire qué
poquito cuesta salvar la vida de un niño.
(Entrevista escrita por Loreto Silvoso y publicada en La Voz de Galicia el domingo 30 de diciembre del 2012)