Marga Fernández. Foto de Paco Rodríguez |
_Pues ya me dirá qué hace con las truchas que pesca.
_Las indulto. Yo practico la pesca sin muerte. Si el anzuelo que le pones a la trucha no tiene arponcillo, no la lastimas prácticamente nada. Tiene una curvatura diferente. Para comer pescado, está la pescadería. Aunque a mí no me gusta nada el pescado.
_¿Y no le protestan sus amigos porque nunca les caiga una pieza?
_Hay miembros de mi propia familia no me entienden. Me dicen: “¡Vas a pescar y no traes nada!”. Casi todo el mundo piensa que el afán de la pesca es depredador, pero la pesca sin muerte es lo que más se fomenta hoy en día. Es la única manera de conservar lo que tenemos. En Galicia vamos por detrás.
_Los pescadores se quejan de que cada vez hay menos salmones y las truchas son más pequeñas.
_Según los últimos estudios, la trucha está abocada a desaparecer dentro de noventa años. Para que eso no ocurra, el pescador tiene que implicarse. Además, cuando sueltas la trucha, incluso la puedes volver a pescar otro día.
_No sea exagerada. Ahora me dirá que reconoce a las truchas cuando las ve por el río.
_A mí no me ha ocurrido todavía, pero le puedo asegurar que conozco a varias personas a las que sí les ha pasado esto de reconocer a una trucha.
_¿Y cómo pueden saber que se trata del mismo ejemplar?
_Porque a lo mejor tenía una marquita, o por el peso, o porque se les quedó la mosca metida dentro y reconocen su pieza.
_En el coto que gestiona el club Salmo, el Xallas, han logrado regenerar el río y que haya más truchas y sean de mejor calidad, gracias a esta práctica.
_Sí, de eso se trata. Cuando empezamos a hacer las competiciones sin muerte, perdimos socios porque la gente quería llevarse las truchas a casa. Pero ahora se ven los frutos. En Estados Unidos por ejemplo, están a años luz de nosotros con este tema. Captura y suelta.
_¿Y al mar no va?
_Sí, voy mucho al dique de Abrigo a por los calamares. Nos ponemos todos allí unos al lado de otros. Seguro que se da cuenta. En A Coruña también tienes pintos, maragotas, sargos, lubinas, etc...
_Pero los calamares sí se los comerá, ¿no? ¿O tampoco?
_Sí, sí, esos sí. ¡Ja, ja, ja...!
_¿Y dónde está la diferencia?
_La diferencia es que la trucha se está acabando y tienes que preservarla. No está en extinción, pero casi. Los pescadores de hace cincuenta años te cuentan que ellos cogían hasta cien truchas cuando iban a pescar.
_¿Ahora cuántas cogen?
_Hay unos cupos. Cada pescador puede pescar diez truchas y de 19 centímetros. Creo que habría que rebajar más el cupo y subir la medida. Sé que no es muy popular esto que digo, pero es lo que habría que hacer. Ya es hora de cambiar la ley. Se está pidiendo en Medio Ambiente constantemente. La administración tendría que ser valiente para aplicar estas medidas.
El club Salmo saltó a los titulares de todos los periódicos cuando denunció a la compañía Ferroatlántica por el vaciado de la presa de Fervenza en el año 2007. "Aquello fue una valentía por nuestra parte, éramos un club pequeño y la sentencia nos salió favorable".
_Después del vaciado, el río estuvo vedado durante un año y luego quedó como un coto regulado para la pesca sin muerte.
_Sí, es uno de los pocos que hay así en Galicia. Es un río ancho, con truchas muy potentes y que, al ser sin muerte, cada año tiene más truchas.
_¿Quién le hizo a usted picar el anzuelo de la pesca?
_Mi marido, cuando todavía éramos novios. Un día me llevó al río y me encantó la experiencia. Yo era la típica de asfalto, _no tuve ni aldea_, y ahí me enganché para siempre. Cuando llegaron los niños, ya íbamos todos en familia con la tortilla.
_¿Cuál es el pez más esquivo?
_La trucha es la reina. Dicen que cuando tú ves una trucha, ella ya te vio a ti antes. Y, normalmente, no pica.
_¿No tiene la famosa "memoria de pez" de los tres segundos?
_Eso está demostrado que no. Si pescas una, pasa bastante rato hasta que viene otra a picar.
_¿Echa de menos un presidente de la Xunta que pesque? Manuel Fraga era muy aficionado.
_Si fuera para que el sector de la pesca deportiva estuviese más apoyado sí, pero también Rodríguez Zapatero era pescador y no cambió nada.