Fotografía de Paco Rodríguez |
Marta Brañas Rumbo (Arteixo, 1985) pende de un kilo para mantenerse en la categoría de peso mosca con la que el mes pasado se proclamó campeona de España de boxeo olímpico. La cuestión no es baladí. Sueña con ser olímpica en Río de Janeiro 2016 y solo podrá hacerlo si compite con 51, 60 o 75 kilogramos de peso. “Yo estaba en 54; me bajé a 51 porque hay muchos torneos que solo te piden pesos olímpicos y ahora me cuesta dar 51. Parece una tontería pero ese kilo... En cambio, 52, lo llevo bien”.
_Antes de nada, ¿potrilla por qué?
_Me pusieron ese apodo porque yo antes trabajaba con caballos en Casas Novas y tuve una potrilla con la que incluso llegué a concursar. No me molesta que me llamen así. Me gusta.
_¿Hablar de pesos “pluma” o pesos “mosca” entre tipos tan forzudos no es algo contradictorio?
_Es que esas son las categorías más ligeras. También hay peso pesado, superpesado, superwelter...
_Convénzame de que el boxeo no es un deporte violento.
_Existe la idea de que es un deporte muy agresivo y, en cambio, hay mucha deportividad. Vale, sí, se trata de dar golpes pero, al acabar cada combate, siempre te abrazas al contrario. El boxeo no tiene la mala leche de otros deportes.
_¿Qué hay más que puñetazos?
_Cada paso que doy tiene una técnica, hay unas normas. La gente se piensa que el boxeo es pegar y pegar y pegar, pero es mucho más que eso.
_¿Y qué me dice del riesgo de que un combate acabe en K.O.?